No estamos INDIGNADOS, estamos HARTOS.

No estamos indignados, estamos Hartos de continuar en la situación actual, en ver como se desmigaja la sociedad del bienestar, ver como el paro crece sin medida, ver como las iniciativas tomadas no sirven para nada, ver como los mercados nos sacuden por todos los lados, ver como nos llaman "PIGS" desde Europa, etc... Estamos de verdad muy hartos y es urgente o muy urgente tomar medidas. En este momento en que nos encontramos a quien le compete tomar medidas es al actual Gobierno de la nación y si no puede o no sabe o no quiere, por simple patriotismo, debería dejar paso a quien quiera, sepa o pueda hacerlo. En este sentido los ciudadanos nos vemos impotentes porque las leyes electorales exigen unos tiempos que no sabemos si tiene España para poder solucionar el desaguisado en el que nos encontramos que está provocando ya revueltas sociales en forma de movimientos de Indignados cuyas propuestas tienen más razón que un santo.

Dicho, esto continuamos con unas reglas del juego parlamentarias que tratan a los españoles por "tontos" como poco, cuando en las sesiones de control al Gobierno las "preguntitas" y las "respuestitas" viene totalmente preparadas de días antes para ser respondidas con un aparente control total y absoluto de los números y de las circunstancias cuando la realidad es que se las preparan, junto con sus asesores, para dar al pueblo una imagen inexistente. Y no digamos lo de cortar la palabra tajantemente y la costumbre que después de las dos o tres primeras preguntas se pira el Presidente del Congreso, el Presidente del Gobierno y demás parlamentarios, dejando colgados al resto del Hemiciclo.

Patética la intervención del Sr. Ridau en la sesión de control, o más bien descontrol, al Gobierno ignorando a todos los votantes españoles que se inclinaron por una opción política e intentando adueñarse del movimiento 15-M como suyo (Un independentista y republicano Catalán) y por si fuera poco, haciendo una clara apología de la revolución social culpando de nuevo a la "derecha" de todos los males de España, sencillamente patético. Y eso que no tengo ninguna inclinación política, tendré simpatías, pero la situación es como para luchar contra esta "clase" que sin gestión alguna intentan adueñarse de todas las instituciones del país.

Continúo adheriendome a muchas de las iniciativas del movimiento 15-M, en muchas de sus facetas y propuestas de mejora con el fin de tener una democracia más amplia, más justa y mucho más cercana al pueblo.